En los procesos judiciales las leyes, los tecnicismos y los conceptos legales y jurídicos priman ante todo y son obviamente una constante, pero en todos los procesos judiciales así como en cualquier proceso extrajudicial, negociaciones y reclamaciones también se encuentra otro factor determinante que debe tenerse en cuenta, utilizar y gestionar adecuadamente, ese no es otro que el factor psicológico.
Saber mantener los ‘tempos’ sin caer en la anticipación o por contra demorarse más de lo adecuado, saber presionar adecuadamente a la parte contraría, mantener el tipo ante las embestidas de la parte contraría, no dar signos de debilidad o darlos de forma controlada, gestionar nuestra imagen y muchas cosas más (y que por ejemplo los Abogados italianos en Barcelona podrán ayudarnos a llevar a cabo en cualquier asunto) que tengan una relación directa con lo que podríamos denominar la psicología del asunto, del proceso o del asunto es vital para que podamos llevar a cabo, para que podamos llevar a buen puerto cualquier negociación, cualquier pacto o cualquier proceso judicial que se requiera.
Dicho de otro modo, la ley es importante, es suprema, es vital, es necesaria y es en lo que debemos basar nuestra estrategia obviamente, pero más allá de la ley, dando por supuesto que transitamos por el sendero y hacia el sendero de la misma, nos encontramos con un sinfín de momentos, de inputs, de pasos, de acciones que sin la debida carga y acción de la psicología no llevaremos a cabo, o como mínimo no llevaremos a buen puerto.
En la vida hay que saber jugar, y por supuesto esto es válido en todos los puntos, también en el empresarial y por supuesto también en el legal. Así mantener siempre una actitud y una preparación psicológica adecuada es más importante de lo que puede parecer a priori para cualquier negociación o causa en la que estemos inmersos.