Millones de personas apuestan a diario por diversos tratamientos para lucir una dentadura perfecta. Y es que, en el cuidado dental es considerado en la actualidad un elemento de vital importancia, siendo sinónimo de salud y belleza.
Los tratamientos odontológicos modernos han dado un salto exponencial en la atención dental. Cada vez es más común encontrar un centro de odontología avanzada en ofrecer novedosos métodos y procedimientos que nos harán exhibir una sonrisa destellante.
Pero antes de repasar las maravillas que ofrece la odontología moderna revisemos un poco la historia. A continuación, te narraremos los diversos caminos que ha recorrido la ciencia dental desde tiempos remotos hasta nuestros días.
Un esqueleto de milenario: la primera pista del cuidado dental
Hace algún tiempo se descubrió al norte de Italia un esqueleto humano, el cual se dato con una antigüedad de cerca de catorce mil años (14.000). Sin embargo, más allá de estar muy bien conservado, este ejemplar de vida prehistórica no despertó en exceso el interés científico.
Aun así, un equipo de investigadores de la Universidad de Bologna (Italia) liderados por el paleoantropólogo Stefano Benazzi decidió realizar una revisión más exhaustiva de este esqueleto. Y la sorpresa no tardó en llegar.
El equipo de Benazzi encontró que el molar inferior izquierdo mostraba marcas muy distintivas de que había sido “limpiado” con una herramienta de sílex. Probablemente, esto se hizo para retirar tejido infectado o lo que en otras palabras significaría hoy día: remover una caries.
Con ello, nuestro antiguo antepasado italiano se conviviría en la evidencia más antigua de un procedimiento odontológico rudimentario. Ante de este descubrimiento, ya se tenía evidencia de cuidados odontológicos similares en la remota Pakistán de hace nueve mil años, así como en algunas área de Europa Oriental (4.500 A.C.).
Ya el antiguo Egipto dio los primero pasos de lo que conocemos como procedimientos odontológicos. Extracción de piezas dentales, rudimentarios implantes o prótesis y hasta una primigenia pasta de dientes, dejó el legado egipcio. Los griegos y romanos también introdujeron técnicas para la higiene dental. El uso de mezclas que contenían principalmente piedra pómez para la limpieza de los dientes, fue muy común entre estas civilizaciones antiguas de estas regiones.
Una revolución francesa “dental”
Lo que realmente se conoce como la odontología moderna se debe al galo Pierre Fauchard. Este médico francés público un libro en 1.728 denominado «Le chirurgien dentiste» (El dentista cirujano). En esta obra se realizaban descripciones de la anatomía bucal, sintomatología de afecciones orales y dentales, así como una diversidad de procedimientos odontológicos.
Gracias a la publicación de Pierre Fauchard sentaron las bases primigenias de la odontología contemporánea. El impulso de la obra y estudio de este médico franco le valió el muy merecido título del “Padre de la Odontología Moderna”
El advenimiento de la revolución industrial en los siglos XVIII y XIX y luego los grandes avances en tecnología que marcaron el ya finalizado siglo XX, cambio definitivamente el ejercicio de la odontología.
En los albores del nuevo milenio una nueva revolución apunta a cambiar drásticamente el cuidado de dental. Los centros de odontología avanzada, apuestan por la introducción de nuevos conceptos avalados con tecnología realmente innovadora. Digitalización, Nanotecnología, Neo-fármacos entre otras innovaciones, las cuales prometen dar una vuelta radical al mundo alrededor de la sonrisa.