En todos los cuentos de hadas que terminan en “y vivieron felices por siempre”, se asume que la pareja es perfectamente compatible, y que aunque tengan desacuerdos o dificultades, sabrán enfrentarlos y permanecer juntos. Pero a veces el príncipe, o la princesa, se convierten en sapos. O se descubre algo que transforma el matrimonio de fantasía en pesadilla, precisándose entonces de unos abogados divorcio Toledo para evitar males mayores.
Vamos a suponer que reconciliarse no está entre las opciones, ya esa idea fue descartada y que una, o ambas personas decididamente quieren obtener la disolución del vínculo matrimonial, ¿qué harían unos abogados especializados en divorcios?
Lo más sencillo ocurre cuando ambos están de acuerdo. Allí entonces se hace uso de un convenio regulador, básicamente una lista de control de decisión de quién se queda con qué, cómo se comparte lo indivisible y demás. En caso de tener hijos, eso incluye los tiempos de visita, salidas y pensiones.
Ahora, si exclusivamente uno desea la independencia, el abogado se encuentra ante una posible separación de corte contencioso, que es una situación más complicada, delicada y cara. Con muchos enfrentamientos, no solo entre los cónyuges en proceso de dejar de serlo, sino también de los que los asisten legalmente.
Naturalmente, considerando el gran impacto psicológico de estos procedimientos, los abogados de ambas partes harán lo mejor posible por sus respectivos clientes, actuando un poco como terapeutas, escuchando y aconsejando para ayudarlos a enfrentar el alto precio emocional que todo esto conlleva.
Y al término de la odisea, cada quien por fin será libre de continuar con sus vidas, pudiendo seguir la escritura de su propia historia, con suerte algo más sabio que al inicio. Y aprendiendo que en ocasiones, el ser eternamente dichosos no es el final del libro, sino solo un capítulo adicional. O, pensando de forma optimista, la práctica lleva a la perfección.